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sábado, 2 de agosto de 2008

Crónicas de un Sábado por la tarde

Vas caminando de los más tranquilo por la calle, estás feliz puesto que el día de hoy comiste un delicioso pollo a la brasa y como ya te diste el gusto en el almuerzo piensas "que más da me comprare un helado" de pronto toda esa felicidad vertida e tu rostro desaparece y empieza el mal:
Sientes un pequeño escalofrío que recorre todo tu cuerpo y vas sintiendo como tu piel se pone como gallina, por una extraña razón te empiezas a poner pálido y de pronto la corta distancia que has caminado se vuelve tan eterna como la de la pequeña Doroty. Tratas de no pensar en ello y de seguir caminando pero a la vez te dices a ti mismo "conchasumadre para que carajo comí el helado" y de pronto viene lo peor el 2do escalofrío pero no es tan tibio como el 1ero claro que no el 1ero solo fue una advertencia, este ya viene con una pequeña sensación de que podría ser solamente un gas pero por temor a que llegué a empeorar la cosa prefieres aguantarlo, sigues caminando y cada semáforo se vuelve un eterno infierno, sabes que estás cerca y no quieres gastar, sabes que tú puedes domar a la bestia. De pronto empiezas a pensar en otra cosa par tratar de engañar a tu mente de los mensajes que el estómago manda y claro que no puedes bien dice el dicho "cuando la naturaleza llama, llama" entonces es ahí que viene el tan temido Calambre Chileno y sabes que el momento ha llegado, no hay nada ni nadie que pueda detenerlo, en ese momento eres tú contra el mundo y cada segundo que pierdes cuenta. En un acto desesperado empiezas a correr pues es un grave error ahí empieza a moverse todo y lo único que ganaste fue acelerar el proceso pero no temas si estás cerca de tu hogar, trabajo, Metro, Wong, Plaza Vea, KFC, Pizza Hut o Bembos lo único que te queda es tener que pagar un taxi siempre y cuando no te cueste más de 3 soles. Lo peor de todo es que cuando te subes al taxi todo empieza a desaparecer y al pensar en "puta madre ya gaste en esto" ahí recién distraes la mente.
Una vez llegado a tu casa empieza nuevamente el calvario, buscas las llaves de manera apresurada y lo peor de todo es que siempre la que abre la puerta la encuentras al final, a medida que te vas acercando a la puerta de tu casa comienzas a desvestirte a lo Superman para que en el momento debido estés lo más ligero posible. Para mí que vivo en edificio el calvario es doble ya que debo buscar la llave de 2 rejas mas una puerta y ahí recién veo todo con más claridad. Estás adentro solo queda cerrar la cortina del baño y por fin aliviaste la pena y el sufrimiento, algunos tenemos manía de estar con el torso desnudo otros lo hacen en su totalidad pero al final el resultado sera el mismo.

El día de hoy tuve esta situación tan terrible y me puse a pensar en cuantas veces me había pasado esto y realmente han sido varias por eso cuando lean estés post espero que la próxima vez que salgan a la calle lo hagan con sus 5 lucas en el bolsillo (2 para el helado y 3 para el taxi) y prevengan esta terrible situación, este ha sido un sano consejo de su amigo Cacho Zigreydi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Puta tio yo tengo unas historias alucinantes con ese tema jajajajajajaja