La operación de naríz

El año pasado Jossepi había tenido un accidente en Ica, se haía caido borracho de cara y se le había formado una pequeña callosidad que no le dejaba respirar, sabía que tarde o temprano tenía que ir a operarse esa naríz para que pudiera respirar bien. ha mediados de Abril de este año (si mal no recuerdo) Jossepi tomó vacaiones en su trabajao y decidió hacerse la operación de una vez, estuvo averiguando en las clínicas más cercanas a su casa los precios de dicha operación y al final decidió hacerlo en la clínica San Judas Tadeo que está en San Miguel.
Me pidió que lo acompañara a hacerse todos los exámenes de riesgo quirúrgico en dicha clínica (sin saber que desde ese momento ya había alguien espiandome) la cuestión fue que la doctora que iba a hacerle la operación le ofreció hacersela en un Hospital del estado y así le iba a salir más barato, claro que la trafa acá era que la Doctora era jefa de piso e iba a chotear a todos esos sonsos que hacen su cola desde las 5 am para sacar cita y lo iba a atender a Jossepi y se llevaría integra su plata sin pagarle al Hospital.

Jossepi me pidió que lo acompañara al hospital para que conozca:
- Oe y donde queda el Hospital?
- En ciudad...
- ¿Ciudad? y ¿Dónde carajo queda eso?
- En San Juan creo...
Fuimos bien temprano como a eso de las 10 am, para variar el viaje fue larguísimo y como no conocíamos la zona no sabíamos donde bajar. Llegó un momento en el que solo veíamos el tren eléctrico y harto cartel de conciertos chicha en ese instante nuestras caras de palteados resaltaban en el micro y nos preguntaron a donde nos dirigíamos..
Cuando llegamos al Hospital nos recibió un imponente cerro y a sus faldas el hospital, en ese momento pensamos que había una confusión y que nos habíamos huevado de lugar pero no ese era el sitio correcto, a los alrededores habían hartos carteles de "atraso menstrual" y un montón de ambulantes vendiendo todo tipo de sanguches tóxicos. Cuando estábamos en la puerta Jossepi me dijo: "fácil acá nace el 80% de los delincuentes de Lima" yo empezé a cagarme de risa y al parecer muchas personas nos escucharon porque nos empezaron a ver feo asi que caballero a entrar nomás.

Una vez adentro bajamos al Sótano que era donde estaba el consultorio y lo primero que vimos fue un viejito en una camilla abandonado en el pasadizo, Jossepi estaba con cara de "carajo yo no me opero aca nica" pero igual seguimos caminando, una vez en la puerta del consultorio nos metimos entre toda la multitud y preguntamos por la doctora pero esta se había ido y regresaba como en dos horas así que tuvimos que esperar. Al rato empezé a observar los letreros de cada puerta y de pronto...
- Oe ¿Dónde es que te operan?
- en emergencias ps huevón
- ah !! osea ahí !!!
En ese momento Jossepi volteó y solo para mejorar el momento debió haber sonado la musica de Ren & Stimpy porque la puerta de la sala de emergencias era una cortina toda sucia por la cual pasaba medio mundo, y al ratito se abrió la cortina y salió un enfermero con una pinta de marica que gritaba y sonreía a todos lados...
- No jodas que él te va a preparar para la operación, le dije cagandome de risa
Jossepi se rió pero se notaba su cara de palteado, más aún cuando le mostré la sangre que había en el suelo y para colmo de males había un anciano que como no lo atendían se tiro a dormir en el pasadizo.
Hasta ese momento las cosas no parecían tan graves ya que a él si lo ibana atender rápido porque tenía vara y de hecho que lo iban a cuidar como si fuera de porcelana. Pasaban los minutos y no había señales de la doctora, la poca paciencia que tengo estaba agotandose y por más gaseosa que Jossepi quería invitarme me quería ir a mi casa.
Jossepi volvió a acercarse al consultorio para preguntar si iba a venir o no, en ese momento salió el doctor de turno que era una pata alto y de cara un tanto extraña y le dijo "dejame ver si está la doctora" en eso el patita entró y se escuchó que gritó :"hay pero si este hospital es un hoooorrrrorrrr!!!" lo gracioso es quelo hizo con voz de marica y Jossepi me miró y me dijo 2ni cagando me opero en este hospital y menos ese huevón
Haciendo un pequeño paréntesis, ni mis amigos ni yo somos homofóbicos ni nada por el estilo pero es que simplemente a me daba mucha risa que le tocara un hospital en donde el doctor y varios enfermeros eran britos y a Jossepi le jodía porque sabía que lo iba a molestar después.
La cosa fue que en ese instante apareció la Doctora y lo atendió y le dijo que ella lo iba a atender y que no se preocupara de nada mas que de traer el dinero así que regresamos a la casa.

Al día siguiente Jossepi pasó por mi casa y salimos a Salaverry a tomar el micro hacia el hospital, como yo no había desayunado me compré unos sanguches de carretillero, era uno que tenía papas fritas y carne. Cuando dí la primera mordida le dije a Jossepi "este sanguche sabe a mierda" pero seguí ya que tenía hambre, lo que me detuvo fue cuando encontré un pelaso en mi mi carne y tuve que escupirlo todo, en ese instante quería vomitar pero venía el micro asi que caballero a aguantarme. Después de dos horas de viaje llegamos al hospital y Jossepi entró al consultorio, yo tuve que esperar afuera y para colmo que tuve que sederle mi aciento a una señora tuve que esperar paradazo. Las horas pasaban y no salía Jossepi, yo lo esperaba como si mi mujer estuviera dando a luz ya que a cada rato me azomaba por la puerta a ver si lo veía pero nada.
4 Horas después salió medio embrutecido y con yeso, la doctora me dijo que le estaba haciendo unas indicaciones que le haga recordar todo cuando lleguemos a su casa. Al salir ni por más golpeada que tuvo la naríz, el tacañaso de Jossepi me hizo tomar micro hasta la Av. canadá y luego taxi a su casa, menos mal que se puso un chifa porque me moría de hambre.

Así fue como mi hermanito obtuvo su nueva y repingada naríz (aunque él no la quería así), fue una experiencia nueva conocer la realidad de los hospitales limeños y lo único que se me viene a la mente es "ojala no me enfermé". A la semana Jossepi tenía que volver a sacarse el yeso y me pidió que lo acompañe pero solo obtuvo de mí una carcajada diabólica y una señal de dedo que expresaba muy clara mi negación.